deвajo de la caмa (verιdιco al 100%)

Aquel día mi madre me dejo ir a dormir a casa de una amiga mia. Yo apenas tenía 11 años cuando ocurrió. Mi amiga, al igual que yo, creemos mucho en el más allá, así que decidimos hacer la ouija después de una sesión de hipnotismo que ella me hizo siguiendo los pasos de un libro, y, aunque no llegué a estar inconsciente del todo, debo decir que dio su efecto de no saber lo que haces y estar guiada.

Bueno, esto no biene al caso, hicimos la ouija y yo llevé un viejo papel que me habia encontrado por la calle sobre un curandero que me llamó mucho la atención. A mi amiga no le hizo mucha gracia que llevara ese papel encima y decidimos invocar a un espiritu. Montamos la ouija entre las dos a lo 'cutre' con papel y boli y empezamos a preguntar. "Venimos a invocar del más allá a un espíritu, hay alguien?" Entonces fue cuando el boli empezó a moverse...

La llama de la vela que encendimos no paraba de moverse. El boli se paró en el "Sí". Aun con el miedo que teniamos continuamos la sesión. "Hay algun espíritu malo en esta habitación?", el bolígrafo volvió a pararse en el "Sí". Estabamos muy asustadas, pero seguimos preguntando. "Hay peligro?" y volvió al "Sí". Ya nos pusimos muy nerviosas y decidimos preguntar lugares de la habitación, y estos fueron los resultados: "En esta habitación?" "Si", "Encima de la cama?" "No", "en el espejo?" "No", "Debajo de la cama?" "Sí". Pensamos que fue casualidad, así que para asegurarnos volvimos a preguntar. "Debajo de la cama?" "Sí", y volvimos otra vez, "Devajo de la cama?" "Sí", entonces pensamos que si deciamos otro lugar quizas saldria otra vez lo mismo. "Encima de la cama?" "No", "Debajo de la cama?" "Sí". No nos lo podiamos creer, era demasiado irreal, y, aunque creieramos tanto, no podiamos pensar que todo eso estaba ocurriendo.

Mi amiga y yo no quisimos mirar debajo de la cama, almenos durante esa noche. Teníamos que quemar la ouija, ya que si es de papel es así como se debe terminar la sesión. Pero a la que intentamos atravesar la puerta una extraña fuerza no nos dejaba pasar, por mucha fuerza que hicieramos hacia fuera...

Eran las 12 en punto de la noche, entonces mi amiga, que estaba tan emocionada a la vez que asustada que yo, me dijo que a las 12 en punto de la noche, si mirabas al espejo, algo malo sucederia. Entonces fuimos las dos delante del espejo de la habitación y nos miramos. "Mierda!" pensé. No se nos veian los ojos. Estaban todo negros y ella también lo pudo ver, lo supe por su expresión reflejada en su cara...

No he vuelto a hacer la ouija desde entonces, aunque siempre me llama la atención volver a provar, pero la curiosidad humana aveces se puede controlar... y más si sabes que puedes arrepentirte... pero entonces ya es demasiado tarde...

No os recomiendo que lo intenteis en casa, aunque no nos pasara nada, siempre puede llegar a pasar algo...

y tampoco pretendo que me creais, simplemente os cuento lo que me pasó, que me creais o no ya es vuestro dilema...

Regina.