Hace tiempo, un joven se compró una cría de serpiente pitón no venenosa. Era muy dócil y la alimentaba con ratoncitos que compraba en una tienda. Aunque crecía rápidamente, al chico no le importaba dejar que se durmiera enroscada a su lado. Pero un día, cuando ya había alcanzado la longitud adulta, ocurrió algo extraño. El animal dejó de comer, y por las noches comenzó a adoptar una postura diferente. Se tumbaba al lado de su dueño completamente estirada, sin moverse. El chico, reocupado fue al veterinario para explicarle su situación.
-Llame inmediatamente a la policia-le dijo-, la pirón lo está midiendo para devorarlo.
1 comentario:
JAJAJAJA! esa noticia me la contaron hace unos días.
Me partí cuando lo escuché, si es que por algo son animales exóticos, porque tienes la posibilidad de acabar un día deborado por ellos.
Por eso prefiero los conejos.
Ellos al menos no te comen, como mucho te lamen la mano. xDDD
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